Higuera: todo lo que debes saber

árbol de higuera

La higuera es un árbol frutal del género Ficus de origen asiático que se ha propagado por la zona Mediterránea y por otras zonas del mundo. Es un árbol con historia: hace 4.500 años, los egipcios ya la recolectaban, como se observa en los jeroglíficos propios de esta antigua civilización.

Cuenta con más de 1.000 especies, principalmente en las regiones cálidas e intertropicales. Ficus carica es la única especie del género Ficus que se encuentra en estado silvestre en Europa.

El crecimiento de la higuera implica el crecimiento de sus raíces que son exageradamente fuertes y que pueden llegar a desquebrajar suelos y paredes. De hecho, la higuera es un árbol que puede crecer naturalmente en un terreno rocoso sin mayor problema.

Además, es un árbol muy resistente a condiciones climáticas adversas y por eso su cultivo se realiza sin muchas de las preocupaciones que implican otros árboles frutales.

Índice
  1. Descripción
  2. Cuidados y cultivo de la higuera

Descripción

La higuera es un árbol frutal más o menos mediano que no suele superar la altura de los 10 metros pero que posee una copa muy ancha y muy útil para dar sombra. Existen tres variedades de higueras cultivadas bastante diferentes:

  • Higueras de Esmirna: se polinizan a través de insectos y, más concretamente, a través de la avispa del higo.
  • Higuera Común: no necesitan polinización.
  • Higuera Intermedia: no necesitan polinización para el desarrollo de las brevas pero sí para el cultivo principal de higos.

Florece de febrero a abril con flores unisexuales reunidas en gran número dentro de un receptáculo piriforme, carnoso llamado en términos botánicos SICONO (higo). El higo madura durante agosto, septiembre y octubre.

Algunas higueras, llamadas breveras, bíferas o reflorecientes, producen dos cosechas al año: en junio las brevas, mayores que los higos, y los higos a principios de septiembre.

En lo que a apariencia se refiere, la higuera es un árbol de hoja caduca muy grande, con tronco liso de color grisáceo y las flores pueden ser de un único sexo o de los dos en el mismo árbol, dependiendo de la variedad de higuera que tengamos delante. Tiene un olor característico, hojas palmatipartidas o de forma variable (las hojas exteriores son más grandes y más simétricas que las interiores).

Se recomienda plantar la higuera durante alguno de los meses perteneciente al invierno y la podaremos en el mes de febrero para regenerarla. Cultivar una higuera requiere unos cuidados muy sencillos que cualquier aficionado a la horticultura puede llevar a cabo sin problemas.

Cuidados y cultivo de la higuera

higo de la higuera

Árbol muy rústico y resistente a la sequía y la salinidad. Acepta tierras calizas y ligeramente ácidas y también con poca profundidad, pero los mejores rendimientos resultan con suelos con buena capacidad de almacenar agua. A menudo se encuentra como ejemplar aislado sin estar en forma de plantaciones ordenadas. Los higos tienen suficiente temperatura para madurar bien hasta la parte inferior de la montaña. Aprovecha muy bien las lluvias de otoño típicas del clima mediterráneo. En regadío se plantan en marcos más anchos que el resto de frutales por la gran anchura que tiene la copa.

Hace mucha sombra y muchas malas hierbas no pueden prosperar bajo la higuera. Necesita un abonado equilibrado en nitrógeno, fósforo y potasio. La cosecha se debe hacer con cuidado, las ramas son frágiles y el fruto es blando y muy fácilmente rasga, para hacer la cosecha se necesita mucha mano de obra. Para cosechar los frutos que se hacen en la parte exterior de las ramas a una altura inaccesible, se utiliza el copo, utilización curiosa y minoritaria de la caña, sin tener que subir arriba del árbol. Los pájaros se comen y estropean muchos higos.

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