El borojó, botánicamente está clasificado como Alibertia patinoi, es una fruta tropical que crece en un pequeño árbol del mismo nombre, de hoja perenne que alcanza hasta cuatro metros de altura perteneciente a la familia Rubiaceae. Su producción es durante todo el año.
El borojó es una fruta pequeña, con un promedio de 7 a 12 centímetros de diámetro, y tiene una forma redonda a ovalada. Cuando están inmaduros, los frutos son firmes, verdes y no comestibles y, a medida que maduran, adquieren una consistencia suave y un tono marrón oscuro.
La pulpa de esta fruta es marrón, densa y cremosa, en su interior tiene muchas semillas ovaladas pequeña. Contiene un alto contenido de humedad y niveles adecuados de azúcar y acidez, otorgándoles un sabor complejo y agridulce que recuerdan al tamarindo.
En la actualidad, el borojó se utiliza ampliamente para fines medicinales, culinarios, y cosméticos. Esta fruta también se considera una superfruta por su contenido nutricional y se consumen con frecuencia como bebida revitalizante.
El borojó es una excelente fuente de vitaminas B, C y niacina, por lo que mantiene el sistema digestivo y el sistema nervioso funcionando correctamente. También es rica en fósforo, hierro y calcio para fortalecer los huesos y los dientes. Su contenido de fibra estimula el tracto digestivo.
Cómo cultivar el borojó
Para un cultivo óptimo se necesita alta humedad, alrededor de un 85% y una temperatura promedio de al menos 25°C, aunque el árbol puede tolerar heladas breves e inundaciones. Tiene corteza de color marrón grisáceo y, a veces, tiene dos o tres troncos más pequeños, así como uno principal. La planta es sensible a los vientos.
Generalmente crece a la sombra de otros árboles y se adapta bien hasta los 1.200 m de altitud. Se pueden cultivar nuevos árboles a partir de semillas, esquejes, acodos aéreos o injertos. El árbol disfruta de luz moderada y requiere un buen riego, no se puede dejar que la tierra se seque. Puedes fertilizar mensualmente con un fertilizante equilibrado.
Generalmente, la mitad de las plantas producidas por semillas son masculinas y por lo tanto no dan fruto, es fundamental injertar con brotes femeninos. Esto es posible en la primera floración, una vez que se haya identificado el sexo de las plantas. Para garantizar la polinización natural entre árboles de borojó, se debe tener un 10% de especies masculinas bien distribuidas dentro de la plantación.
Plagas y enfermedades
Esta planta resiste muy bien al ataque de plagas y enfermedades. Sin embargo, se han observado algunos casos de ataque de hormiga, específicamente la arriera (Atha Cephalotes) la cual puede ocasionar la caída prematura de las hojas. En otros casos se han visto daños causados por larvas pertenecientes a un micro lepidóptero.
En cuanto a enfermedades, este arbusto puede presentar deficiencia de hierro y boro. Estos problemas fisiológicos se aprecian en suelos calcáreos y se manifiestan con la aparición de manchas de color negro en la piel de la fruta. Esto puede mejorar alterando el PH del suelo y agregando los nutrientes necesarios.