Poda de rosales, sus cuidados más importantes

Si recientemente has agregado rosales en tu jardín y deseas que se mantengan con esa belleza tan característica, debes asegurarte de darles los cuidados adecuados. En esta oportunidad te queremos hablar precisamente de la poda de rosales, uno de los cuidados más importantes que estas flores requieren, no solo para crecer, sino para mantenerse sanas.

Índice
  1. ¿En qué consiste la poda de rosales?
  2. Cuidados que debes tener con los rosales
  3. Principales especies y variedades de rosales

¿En qué consiste la poda de rosales?

La poda de rosales es una manera de eliminar las partes muertas del rosal, lo cual debe hacerse una vez al año, aunque también es común que se realicen varias podas sin problemas. A continuación te compartimos la forma correcta de hacer la poda de rosales:

Poda de rosales y cuidados

Primero debes saber que el mes de marzo se le considera como el más apropiado para la poda de rosales, ya que es justo el momento en el que han pasado los climas fríos y las heladas.

También es posible hacer la poda de los rosales durante el mes de noviembre, con lo cual aprovechamos para eliminar los restos de madera muerta, así como las flores que estén marchitas.

Para hacer la poda del rosal es necesario que utilices una tijeras especiales para podar, las cuales deberán estar bien afiladas de tal manera que puedas conseguir un corte preciso y limpio. Asegúrate de cortar con el bisel e intenta hacerlo siempre por encima de una yema.

Cuando estés podando los rosales, asegúrate de quitar los chupones y las ramas muertas que no estén sanas o que no tengas flores. Esto es bueno hacerlo ya que de ese modo nos aseguramos que consuman agua y nutrientes necesarios para los rosales sanos.

Igualmente es necesario que elimines las flores marchitas, así como los frutos, los cuales no solo dan una mala apariencia, sino que además le quitan energía al rosal. Asegúrate también de que se conserven siempre las ramas más sanas o jóvenes, así como aquellas que tengan yemas, es decir, la zona de donde después saldrán las rosas.

Debes podar la rama vigorosa por encima de la cuarta o la quinta yema, ya que esta en particular será capaz de alimentar entre 4 a 5 brotes que crezcan de ella. Si tienes una rama débil, lo recomendable es que le dejas entre una a dos yemas solamente.

Cuidados que debes tener con los rosales

cuidado de los rosales

Junto con el proceso de la poda de rosales, también hay cuidados especiales que debes tener con los rosales, para asegurar que estos siempre crezcan sanos y que mantengan su belleza. Estos cuidados incluyen el regar de forma regular los rosales, principalmente el primer año, cuando la vegetación ha comenzado. Es conveniente que agregues a los rosales, algún tipo de fertilizante en una dosis adecuada, además que te asegures de que están recibiendo la cantidad suficiente de sol, incluso que se encuentren en una área donde los vientos fríos les puedan afectar.

Por lo que respecta a las condiciones del suelo, este debe ser rico en nutrientes, además de poroso y preferiblemente calcáreo, es decir, que contenga calcio. También debes abonar el suelo cada año utilizando compuestos minerales o que tengan una procedencia orgánica. En temporada de otoño, debes recortar las ramas granes de los rosales hasta unos 40 o 50 cm, todo ello con la intención de evitar el balanceo provocado por el viento. Cuando sea primavera, es recomendable podar corto, alrededor de 5 a 100 cm, con excepción de algunas variedades de rosales que son más vigorosas y que requieren una poda de entre 10 a 20 cm.

Principales especies y variedades de rosales

Hablando un poco acerca de las especies y las variedades de los rosales, tenemos que una de las más conocidas son los rosales silvestres. Se trata de matorrales abiertos muy vigorosos, los cuales se recomienda dejar que crezcan libremente. Por el mes de junio, dan flores sencillas que se forman a partir de cinco pétalos, mismas que están adornadas en su centro con una corona de estambres.

Los rosales de mata por su parte, son un grupo en donde se encuentran los matorrales más o menos desarrollados, mismos que producen flores en ramilletes. Aquí se pueden distinguir tres tipos principalmente: Polyantha, Floribunda, Floribuda Grandiflora.

En el caso de los rosales de pie, estos son rosales que se injertan sobre vástagos verticales de entre 40 a 60 cm del suelo, en caso de los bajos, mientras que hasta un metro y 20 cm en los altos. Por sus características, son rosales que conviene colocarlos en una zona destacada para que se pueda apreciar su belleza.

Los rosales trepadores son arbustos de gran popularidad, que se caracterizan por tener tallos sarmentosos de gran longitud. Se les llama rosales trepadores debido a que requieren ser atados a soporte de tal manera que puedan sostenerse. En consecuencia, son los rosales de mayor tamaño y generalmente tienen su punto máximo de floración durante el verano.

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