Árboles frutales para el desierto
Existen una gran cantidad de árboles frutales que pueden prosperar en zonas áridas. Quienes viven en paisajes cálidos y secos tienen la oportunidad de tener sus propios cultivos, lo importante es conocer cuáles son los árboles frutales para el desierto.
Algunos árboles frutales son más fáciles de cultivar en el desierto que otros. Existen especies que pueden necesitar mucho más en términos de microclima, nutrición específica y suelo. Por eso, es posible que te encuentres con ciertos desafíos para obtener una producción óptima de frutas.
Un problema inmediato de los árboles frutales para el desierto, es el requisito de enfriamiento. La mayoría de las variedades de hoja caduca deben pasar por un cierto número de horas a temperaturas frescas de 0 a 7 °C.
Al elegir un árbol frutal, es mejor seleccionar uno con requisitos de frío bajo y frutos que maduren antes de las temperaturas extremas del verano. El cuidado apropiado y las condiciones ideales de cultivo darán como resultado un mejor crecimiento y una buena cosecha.
3 árboles frutales para el desierto
Los árboles para el desierto más fáciles de cultivar, incluyen higuera, granado y melocotonero. Se pueden plantar en arcilla nativa y no requieren ningún cuidado especializado. Esto no quiere decir que no necesiten cuidados básicos, como riego profundo regular y un hoyo del tamaño adecuado.
Higuera: Es uno de los árboles más fáciles de cultivar en climas desérticos, requieren pleno sol durante al menos 8-10 horas al día. Las higueras, como la mayoría de los árboles que crecen en los desiertos bajos, deben plantarse en otoño o a principios de la primavera para que las raíces tengan tiempo de establecerse antes de la llegada del fuerte calor del verano.
Las higueras como muchos árboles para el desierto, les van muy bien los climas secos y cálidos. Estas para prosperar necesitan de mucha agua, se recomienda regar cada 3 a 5 días cuando las temperaturas son superiores a 32 °C. El agua afectará el tamaño y la producción de los higos, por eso hay que regar los árboles a una profundidad de más de 90 centímetros.
Granado: El granado es un ejemplo de una planta que prospera en áreas cálidas. Aunque es de hoja caduca en la mayor parte de su área de distribución, en zonas tropicales constantemente cálidas, se comporta como un árbol de hoja perenne. Aun cuando es tolerante a la sequía, una vez establecida la planta, se debe regar regularmente durante la floración.
El árbol de granado debe ser cultivado en un lugar soleado en un suelo que drene bien y donde pueda extenderse libremente. Con los cuidados necesarios esta planta podrá crecer vigorosamente, dando una cosecha abundante y de calidad, a pesar de las condiciones extremas que pueden presentarse en áreas desérticas.
Melocotonero: Los cultivos de melocotoneros en el desierto están adaptados para que las plantas sean más resistentes. Estos arboles se crían para que tengan pocas horas de frío necesarias para florecer y producir frutos. Además, se cultivan para tolerar el calor y producir un crecimiento saludable siempre que se les brinde un cuidado continuo.
El melocotonero prefiere un suelo franco arenoso, fértil, que drene bien y no permanezca empapado. Dependiendo del cultivo en particular, estos árboles frutales para el desierto crecen en cualquier lugar, llegando a tener de 2 a 6 metros de alto, lo que los convierte en adiciones adecuadas para un jardín desértico de espacio pequeño.
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