Sistemas de poda de frutales: ¿Cuál utilizar?

Sistemas de poda de frutales

Los sistemas de poda de árboles frutales tienen como finalidad principal el desarrollo correcto del árbol para garantizar una buena cosecha posteriormente. Además, una buena poda realizada correctamente reportará salud y fortaleza a nuestro árbol, cualidades que influirán en su desarrollo y crecimiento. Existen 4 sistemas de poda frutales que explicamos a continuación:

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1) Poda de formación

Comenzamos nuestros sistemas de poda con la poda de formación. Esta poda es característica de los 3 o 4 primeros años de vida del árbol frutal. Una vez pasado este periodo, dejaremos de realizarla dado que el árbol ya tiene edad de comenzar a producir frutos y solo realizaremos poda de limpieza y poda de fructificación.

Es indispensable realizar la poda de formación durante los primeros años para garantizar una forma adecuada que implique una producción de frutos acorde.

2) Poda de limpieza

Es la más conocida por todos, aficionados o no a la horticultura. Se trata de eliminar los restos del árbol que no se encuentran saludables como, por ejemplo, las ramas secas o deshidratadas.

Es necesario realizar la poda de limpieza todos los años y en absolutamente todas las especies de árboles.

3) Poda de fructificación

La poda de fructificación es uno de los sistemas de poda frutales más importante. En este caso, se pretende renovar la forma del árbol para dejarla preparada para la cosecha del año próximo, de ahí su importancia.

4) Poda de regeneración

Esta poda no se realiza de manera habitual pero si es necesaria en ciertos casos en los que vemos como alguno de nuestros árboles frutales comienza a producir en menor cantidad. Antes de pensar en arrancar el árbol, podemos gastar el último cartucho realizando la poda de regeneración con el objetivo de hacer a nuestro árbol rebrotar.

Existen diferentes métodos aplicables en la poda de regeneración:

  • Descabezado: cortar la copa con todas sus ramas.
  • Terciado de ramas: se deja 1/3 de la longitud de la rama que se encuentra demasiado alejada del tronco cuya producción se ha vuelto escasa.
  • Por injerto: evitaremos el rebrote de las ramas gruesas y en su lugar realizaremos un injerto púas sobre los cortes de dichas ramas.
  • Recepado: básicamente consiste en el corte a ras del suelo. Es la poda de regeneración más drástica y muchos horticultores no se molestan en realizarla porque prefieren comprar un nuevo ejemplar.

Los sistemas de poda frutales anteriores son los más recomendados y se aconseja utilizar cada uno de ellos justo en la época, lugar y momento en el que deben realizarse. Ni más, ni menos. ¡Todos a podar!